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La Cañada Real Segoviana discurre por Manzanares El Real, y no solo bordea el Embalse de Santillana sino que nos comunica con los municipios cercanos, como El Boalo, Cerceda, Mataelpino, Soto del Real o Miraflores de la Sierra.

Esta cañada, y las numerosas vías pecuarias que discurren desde nuestro pueblo por los montes aledaños, son lugares excepcionales para observar desde aves de tamaño medio y rapaces que cazan en campos abiertos, como águilas calzadas, milanos reales, milanos negros, águilas culebreras, urracas o cornejas, hasta avecillas de pequeño tamaño que se mueven entre arbustíferas, como verdecillos, petirrojos, gorriones, carboneros o alcaudones dorsirrojos.

Y es que, las vías pecuarias no son solo los caminos históricos para trasladar el ganado, sino viajes a pie que nos ofrecen otra perspectiva de nuestra biodiversidad aviar.

A pesar de ser un embalse de construcción artificial en su origen, con las décadas se ha convertido en un espacio especial que da cobijo a una maravillosa biodiversidad de aves acuáticas protegidas. De hecho, está catalogado como “Área Importante para la Conservación de las Aves” (IBA).

Sus normas de conservación son importantes, ya que sus orillas son zonas de nidificación de aves estacionales y también estables. En ellas podréis ver familias de ánades reales, garzas reales, garcetas, somormujos lavancos, zampullines, martines pescadores, fochas comunes, ánades frisos, cormoranes grandes, lavanderas, gaviotas reidoras, gaviotas sombrías, cigüeñas negras, cigüeñas blancas o gansos del Nilo.

Es un lugar privilegiado que merece toda nuestra admiración y respeto, para que nuestras aves acuáticas sigan volviendo, año tras año.

Estos dos inmensos parques no pueden hacer otra cosa que garantizarnos una riqueza natural, unos espacios tan únicos, que cientos de aves los tienen declarados como su hogar. No en vano, el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares está declarado Reserva de la Biosfera, el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama tiene importantes “Zonas de Especial Protección para las Aves” (ZEPA) y, ambos dos parques, están declarados como Espacios Naturales Protegidos.

En su piedemonte, o zonas bajas, podremos encontrar aves de pequeño y medio tamaño como perdices silvestres, picapinos, mirlos, pechiazules, chovas piquirrojas, acentores alpinos y comunes, cornejas, cuervos, herrerillos capuchinos o carboneros garrapinos. Pero subiendo a las cumbres es donde encontramos a las grandes rapaces surcando el cielo con su majestuosa envergadura: buitres negros, buitres leonados, halcones peregrinos, águilas calzadas, águilas imperiales o búhos reales, son algunas de las aves que podremos admirar con nuestros objetivos, prismáticos o a simple vista.