Camina

En la entrada natural al Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, por la barrera, comienza este camino tan habitual para llegar a Cantocochino sin coche.

Te encontrarás con un paseo agradable de poca dificultad, excepto por algún repecho más inclinado, donde caminarás por diferentes sistemas naturales. Las praderas se abren de forma inesperada y los bosques de pinos resineros, pinos laricios y cipreses te darán sombra, junto con multitud de cantuesos, romeros, tomillos y jaras pringosas que te acompañarán con su mezcla de aromas, sin olvidar el espectáculo de las especiales formaciones rocosas que te sorprenderá mientras vas subiendo sin apenas darte cuenta.

Por el camino puedes descansar en las zonas de restauración, pero cuídate de no coger frío: esta senda tiene fuertes cambios de temperatura por la mezcla de sus diferentes espacios y orientación.

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De la Pedriza, nuestra gran protagonista y más famosa formación rocosa es El Yelmo, coloso que vigila Manzanares El Real desde lo alto y lugar predilecto para escaladores. Aunque este domo granítico es el más llamativo, no desmerece las innumerables y caprichosas figuras rocosas que decoran este incomparable paraje.

La vegetación es arbustífera y la fauna rupícola gracias al constante afloramiento de roca, así que no olvides la cámara de fotos y los prismáticos para ver, entre otros, a nuestras cabras monteses que te acompañarán parte del camino.

Si quieres caminar esta senda y disfrutar de este panorama, te avisamos de que tiene dificultad por su gran inclinación durante todo el camino, así que prepara bien los pulmones y las piernas para subir.

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La Pedriza tiene dos partes, la anterior y la posterior, y cada de una de ellas muestra paisajes diferentes según nos van guiando el Arroyo de la Majadilla y el Arroyo de la Dehesilla.

Este camino que os llevará al Collado de la Dehesilla desde Cantocochino no tiene pérdida, ya que tenemos muchos hitos y lugares especiales que os guiarán y podréis disfrutar: las casas forestales de comienzos del siglo XX, el Cancho de los Muertos, el Refugio Giner de los Ríos o El Tolmo son solo algunos de ellos. También caminaréis entre pinares, roquedos y matorrales, y el agua os acompañará durante todo el trayecto.

Disfruta de esta ruta de dificultad media, pero variada y sorprendente.

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Del río Manzanares, puede que la Charca Verde sea la poza más famosa y visitada en las épocas de verano, aunque tienes que recordar que el baño está prohibido en todo el río.

El camino desde Cantocochino hasta aquí es fácil y tranquilo, todo por la ribera del río, lo que te permitirá descubrir muchas especies de anfibios como el sapo corredor y la rana patilarga, insectos como libélulas y caballitos del diablo, y peces como la trucha común y la trucha arcoíris. Nuestra querida nutria, desaparecida hace décadas por la excesiva presencia humana, ha vuelto a poblar el río gracias a la prohibición del baño, por lo que también la podrás ver con un poco de suerte.

Si quieres dar un paseo fresco y agradable, este es el sendero para ti.

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Para transitar este camino, lo ideal es empezar desde el pueblo. Así tendrás la oportunidad de admirar el Patrimonio Histórico de Manzanares El Real con nuestro Puente Viejo, el Castillo Viejo, el Molino de la Tuerta o el Molino de los Frailes (o del Cura), antes de adentrarte en el Patrimonio Natural.

Cuando llegues a la Ermita de Nuestra Señora de la Peña Sacra empezarás la segunda parte, donde la naturaleza comienza a ganar terreno a través de la Garganta de La Camorza. Siguiendo la margen izquierda del río Manzanares tendrás que tener cuidado, porque las lanchas y canchales de granito son muy resbaladizos, pero también son un espectáculo a la luz del Sol que te permitirán ver la margen derecha del río, donde se levantan bosques de pinos y cipreses de repoblación.

Reptiles, vegetación de ribera y formaciones rocosas curiosas te irán sorprendiendo por el camino, y los buitres leonados te vigilarán desde el aire.

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Este camino de dificultad media es ideal para hacer una ruta circular, ver un paraje natural a la ida y uno diferente a la vuelta, para que no te aburras.

Saliendo desde Cantocochino, los bosques de pinos y cipreses te llevarán a lugares muy famosos de La Pedriza posterior, como El Cáliz y el Cancho de los Muertos, parada obligatoria para admirar su imponente presencia. Pasarás cerca del Collado Cabrón para volver siguiendo la ribera del Arroyo de la Majadilla, cerca del Refugio Giner de los Ríos y la Charca Kindelán, pero no olvides, en ningún momento, mirar hacia arriba: seguro que los buitres leonados estarán volando a cielo abierto y la cabras monteses saltando por los riscos.

Como muchas de las formaciones rocosas de La Pedriza, el Cancho de los Muertos tiene su propia leyenda que le otorga el nombre, y no olvidéis que toda leyenda está basada en algo de verdad.

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